sábado, 2 de mayo de 2020

JUEGOS DE NIÑOS EN LA ANTIGUA ROMA



 A los niños Romanos les gustaba jugar. No es extraño, un niño es un niñO ahora y hace 2.000 años. 
Los juegos preferidos tanto de niños como de niñas de la antigua Roma eran aquellos de jugar con pequeños animales que podían ser de lo más variopinto, desde insectos como cigarras o grillos, a otros algo más grandes como perritos, corderos, pajaros, conejos, patos, gansos... Estas pequeñas mascotas, que alegraban a los pequeños,recibían el nombre de delicium o deliciae y se les tenía tanta estima que cuando un niño moría, acostumbraban a representar a su mascota en sus sepulcros o al menos a nombrarla.


Entre los juguetes de recién nacidos se encontraban campanillas y biberones con forma de animales. Para los niños más mayores existían peonzas, aros, cometas, carretes (usados como yo-yo) y muñecas realizadas con terracota o madera tallada entre las cuales se han hallado incluso con brazos articulables. También había juegos en grupo como la mosca ciega y el lanzamiento de nueces y huesecillos de animales.
Otro juego de grupo muy popular era el ephedrismos: parece ser que consistía en tratar de golpear con un accesorio un objeto clavado en el suelo; el perdedor debía llevar sobre sus hombros al ganador y debía de tratar de llegar a una meta con los ojos tapados por el compañero
Había muchos juegos que practicaban todos y en muchos casos los seguirían practicando de adultos, como el juego de pelota. La morra, que era un juego parecido al de los "chinos", donde había que adivinar cuantos dedos sacaría el contrario.
Las tabas, que eran pequeños trozos de hueso, la peonza, el aro, las canicas, a la "gallinaciega" o al escondite. Tenían distintos tipos de juegos de mesa, algo que a muchos les acompañaría toda la vida (desde la adolescencia hasta la edad adulta).
También  han llegado relatos de niños bastante traviesos a los que les gustaba gastar bromas. Como por ejemplo, la de pegar una moneda en el suelo y mofarse del que se agachara a recogerla.
Las niñas se entretenían con pequeñas vajillas y cocinitas y también con muñecas.


Los niños eran un poco más "brutos" y gustaban más de representar batallas o entablar luchas. También hacer casitas de piedra o enganchar ratones a pequeños carros e incluso, cuando son un poco más mayores, construirse un carro grande tirado por un perro.


Las tabas, que eran pequeños trozos de hueso.


El aro.


Fichas.


Caput aut navis: (cara o cruz). En ciertas monedas aparecía gravada en una parte la cabeza de “Jano” y en la otra el espolón de una nave. Su forma de jugar es idéntica a la nuestra.
 Dar sustos: este juego se llamaba “Mormolycion” uno se escondía detrás de la puerta y cuando sus compañeros estaban más entretenidos, salía de repente con una máscara puesta. Algunos caían horrorizados por el suelo.
 Micare: significa moverse rápidamente algo. Dos jugadores puestos de frente a una distancia oportuna levantan la mano derecha con algunos dedos tendidos y otros replegados, y al mismo tiempo dicen un número; el que acierta la cantidad de dedos desplegados entre las derechas de los contendientes es el que gana. El número no podía ser superior a diez.

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